
Las mujeres de San Juan La Laguna producen su propia materia prima, en este caso el algodón vegetal que cultivan en su propio terreno. Antes de hilarlo retiran cuidadosamente todas las semillas que puedan quedar en el algodón, mismas que se utilizarán para la próxima siembra.

Para suavizar el algodón lo golpean con dos palitos sobre un cojín hasta que queda una lámina cuadrada muy suave. A esta etapa del proceso de hilado la llaman apalear el algodón.

Para hilarlo utilizan un palito conocido como malacate usando una técnica de hilado ancestral, en la que se van sacando hebras finas que se enrollan en el malacate. Cuando se termina la lámina de algodón, la unen a la próxima sin hacerle un nudo, simplemente se sobrepone al próximo algodón.


Después de retirar el hilo del malacate, las tejedoras hacen rollos utilizando ambas manos en posición erguida separada la una de la otra por aproximadamente 40 a 50 cm. De este modo, está completamente desenredada para absorber mejor el color.
Para teñir usan tintes naturales obtenidos de hojas, cortezas, frutos, insectos, semillas entre otros. Cuando se tiñe con hojas hay que hervir el hilo durante dos horas, se utilizan hojas de plantas tales como la pimienta, la guayaba, el aguacate o el palo de pito, del que obtienen el color amarillo.

El árbol de campeche viene del departamento del Petén, es uno de los tintes del que se pueden obtener dos colores diferentes dependiendo del ciclo lunar. De él se obtiene el color morado que si se cosecha en luna llena el color es más intenso que los otros ciclos. Esto se debe a que cuando hay luna llena ésta influye en las plantaciones, absorbiendo el agua y por eso los colores quedan más penetrantes. Otra planta que cambia por efecto de la luna llena es la sacatinta.
En el caso de semillas como es el axiote de donde se obtiene diferentes tonos de naranjo, deben molerse las semillas durante 2 horas en el metate y posteriormente hervirse durante dos horas. Otros tonos de naranjo lo obtienen de la zanahoria y el rosa intenso de la remolacha.
Cuando se utilizan cortezas de árbol para teñir deben hervirse por 3 horas como es el caso del encino. Otros elementos que se utilizan son cáscara de coco o insectos como la cochinilla.



Para fijar los tintes se usa el tallo de la planta de banano. Este se pica con un cuchillo en partes pequeñas y se deja hervir por dos horas. Antes de comenzar con el teñido se deben remojar los hilos por una hora en la infusión hecha del tallo del banano. Para teñir los hilos los sumergen en el líquido obtenido de la respectiva planta tantas veces como deseen que sea la intensidad del color. Posteriormente se sumerge de nueva cuenta en el fijador por un par de minutos. Finalmente se pone a secar al aire libre pero no directamente al sol.

