
En Patzún la mayoría de las mujeres porta diariamente su huipil. El huipil de Patzún está tejido en telar de cintura o de palitos en tonos rojizos con finas rayas verticales en colores verde y azul, sin embargo, a diferencia de la mayoría de los de los otros poblados, no se utiliza la técnica conocida como brocado para crear los elementos decorativos del huipil, sino que se elaboran con un bordado a mano.

Este gran bordado en forma circular cubre generosamente la parte delantera y trasera del orificio asignado para la cabeza. Las composiciones geométricas que integra el bordado gigante son calculadas matemáticamente en la memoria de cada bordadora. De esta manera, por medio de la elaboración de los textiles, se integra el aprendizaje de conocimiento y el de elementos culturales de simbología maya.


Se comienzan a bordar desde el orificio redondo del cuello círculos en diferentes capas donde en cada círculo se repite el mismo patrón. Finaliza con un patrón con forma de pluma. La antropóloga Sandra Xinico Batz menciona que el huipil original de Patzún pudo haber tenido plumas reales porque saben que antiguamente hubo arte plumario en los tejidos. Los huipiles con los motivos de plumas tienen uso ceremonial.

Los diseños de estas prendas han evolucionado de figuras geométricas bordadas a mano, soles, lunas, flores y diseños de plumas, a nuevos diseños completamente florales, se pueden encontrar muchas especies como margaritas, girasoles o pensamientos.
