
La familia Tzoc vive en Paxtocá, una pequeña localidad en el departamento de Totonicapán en Guatemala. Está compuesta por una madre y sus 5 hijas, todas expertas tejedoras de telar de pedal. Sus hijas nos contaban que la Sra. Juana aprendió a tejer sola. Buscaba una forma de tener ingresos para mantenerlas ya que el aporte de su esposo es escaso. Lo intentó muchas veces, tuvo que desperdiciar muchos kilos de hilo, lo intentó una y otra vez hasta que después de 2 años de prueba y error logró conseguir la calidad que tienen hoy sus tejidos.

Con ellos elaboran rebozos y ponchitos de algodón que, con los años y estudiando la paleta de colores, han conseguido unas combinaciones de colores increíbles de la que está muy orgullosas.


Cuando las conocimos decidimos ofrecer sus productos como los tejidos de la Familia Cua, porque ese es el apellido de las 5 hijas. Con el tiempo nos dimos cuenta que la madre era el sostén de la familia, se había encargado de heredarle su conocimiento a todas sus hijas y nosotras le estábamos dando todo le crédito a su esposo al nombrarlas con ese apellido. Fue ahí cuando decidimos cambiarles de nombre y hoy llevan el de la Sra. Juana: Los tejidos de la familia Tzoc :)


Con ellas trabajamos desde hace 2 años. Las conocimos en el mercado de Chichicastenango y muy rápidamente nos invitaron a su casa-taller en Paxtocá para documentar cómo elaboran sus tejidos. Su taller es grande porque tienen 3 telares además de todos los otros instrumentos que utilizan para la confección. Recordemos que para confeccionarlos utilizan 5 procesos diferentes, es decir necesitan 5 aparatos diferentes aparte de los 3 telares. De hecho, una de las grandes dificultades que tienen las mujeres que tejen con este tipo de telar es que además del alto precio necesitan un espacio grande para ubicarlo ya que mide cerca de 2 metros de ancho por dos de alto y 3 de profundidad.
El primer proceso que deben ejecutar para elaborar sus tejidos es devanar los hilos y consiste en traspasar los hilos desde un rollo grande a otros pequeños hechos con tubos de PVC. Esto lo hacen para que sea más fácil manipular la amplia gama de colores que necesitan. El aparato que usan lo hicieron ellas mismas con la rueda de una bicicleta. En la foto pueden ver a Doña Juana trabajando en la bici.

Para el segundo proceso tienen una especie de caballete también hecho artesanalmente en el que hay una fila de clavos donde se colocan los tubos de PVC con el hilo recientemente devanado. El orden en el que se coloquen los hilos corresponde al orden del que se obtendrán los tejidos. Una vez ordenados, se colocan los hilos en una estructura grande que servirá para crear la trama. De esos mismos hilos se tomará una gran parte para formar la urdimbre.
Posteriormente viene un proceso que se llama “rastrillado”. Consiste en volver a separar los hilos en el orden correcto ya que después proceso anterior se habían mezclado.

Finalmente se despliega la trama en el telar para comenzar a tejer. Tejer en un telar de pedal no sólo requiere de fuerza y concentración, también se necesita coordinación motora de parte de la tejedora que debe tejer utilizando sus manos y pies al mismo tiempo.

Una vez tejida la tela se hacen las terminaciones que consiste en un tejido elaborado con nudos. Este es el trabajo de la hija menor de la familia. Ella sueña con tejer en telar de pedal tal como lo hacen sus hermanas, pero sus piernas son demasiado cortas para alcanzar los pedales, así es que tendrá que esperar unos años y tener paciencia para formar parte de este proceso de la elaboración de los tejidos de la familia Tzoc.
